jueves, 2 de octubre de 2008

reflexión melancólico-sanitaria

hoy la culpa se la echaré a Drexler y su sonrisa en mi salvapantalla

Después de un esfuerzo largo de aislamiento del organismo patógeno, pasa la fiebre y no te acuerdas de lo enferma que estuviste. Más sanita retomas la vida que parece que estuvo entre paréntesis (la nebulosa del delirio) y sigues caminando así sin más...
Hasta que... don virus reaparece (virus tiene que ser, porque tiene esa capacidad para resistir por ahí escondido); vuelve, aunque sea en una versión inoculada de sí mismo, una especie de dosis imprescindible o vacuna anual que se supone te protegerá de la enfermedad que puede provocar.
Pero, auch!... igual duele el pinchazo.

1 comentario:

  1. anduve por tus lares hoy, pero no alcance a visitarte
    te quería pedir algo, cuando te vea te digo
    respecto al agente patógeno, hay algunos más resistentes que otros, no?
    besos

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