viernes, 21 de marzo de 2008

Desaparecida del blog

Y llegó marzo... a toda velocidad.
Incluso más fuerte de lo que esperaba, cosa que mi cuello y espalda de inmediato acusaron. Creo que debo haber batido un record mundial de tiempo mínimo de neura, porque NADIE PUEDE terminar la PRIMERA semana de pega con la somatización que hice. Así, no llego ni a julio.
Bueno, de vuelta de vacaciones uno no sólo vuelve al trabajo, también vuelve a sí misma. Y un mes de posición horizontal y nada que hacer no te cambian tanto.

Quería pensar que es sólo por eso (exceso de trabajo) que me desaparecí de acá, y que ahora que tengo por fin un rato más tranquilo, las ideas que he estado amasando por estos días iban a fluir hacia la pantalla...

Pero ahora me siento y veo que no pasa nada. Horror. Este debe ser el post más fome de la historia de la web 2.0. Una imitación de escritora que ha perdido la inspiración. Además me temo que tampoco es la más original; pero ya me lo dijeron hace un rato, soy "normal fome".

Debe ser que cuando la vida me funciona, más o menos bien, la modalidad "pseudopoetisa atormentada" se desactiva y por defecto, la typical chilensis woman que soy por lo general retoma el comando. Y miro con cara extrañada mis angustias de hace 2 y 5 meses, y me pregunto si de verdad ésa fui yo en versión estado alterado de conciencia, o si no me habré hiperventilado un poco.

Se supone que la conclusión de la terapia el año pasado fue "sí, soy yo, poh"

El problema es que me aburro. Y ahí es cuando vuelven los problemas.
En fin, por mientras tengo a Montt que me hacer reír, a Drexler que me hace suspirar y el otoño que siempre hace caer algo por ahí. Aunque sean unas hojas desteñidas.

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