Todavía, en medio de la vorágine,
Me pierdo rumbo a un rincón secreto
A medio camino entre lo que quiero y lo que tengo
Ni dos mil kilómetros me protegen de mis demonios
La geografía y sus magnitudes no aplican en la añoranza
No hay un mapa para mis pasos, sólo doy el próximo deseando que duela menos
Esperando encontrar el lugar de mi corazón
Esperando recordar (darme cuenta) cómo son las cosas en verdad
No como las disfraza el deseo que se engaña con la ausencia
Pero todo lo que sé, algunos días simplemente no sirve
Ni la oración, ni la psicología, ni el yoga ni la adicción del trabajo
Mientras más silencio hay, más llamo lo que no vuelve
Y el llamado se pierde como si fuera al desierto
martes, 15 de enero de 2008
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En la añoranza aplica la geografía y sus magnitudes en la medida en que le entregan un hogar. Igual eso es suficiente pero no necesario.
ResponderEliminarTiendo a sospechar de las cosas en verdad.